La cofradía de pescadores tenia un bar cerca del Bidasoa, mas bien una tasca, que llamaban La Hermandad.
Con los fraileros y la carpintería de azul, la fachada blanca, unas mesas grandes de tablas de madera con bancos corridos, a la tarde bocadillos de queso fundido, para cenar merluza en salsa verde, o chipirones, o lubina hervida con mahonesa, todo sencillo y sabroso, sin estas mixtificaciones de la cocina moderna.
Nunca reparé en el termino, pero hermandad es lo mismo que cofradía, que los latinos al hermano le decían “frater”, los italianos dicen ahora “fratello”, de aquello viene “cofrade”.
Existieron muchas hermandades, de oficios diversos, es un termino que implica unión y compasión ante la desgracia, aunque muchos abusaron y las hicieron desaparecer, estableciéndose los seguros médicos y los planes de pensiones, que ya no hay hermandad entre nosotros.
Recuerdo a Alfonso Guerra, que con su hermano no practicó precisamente la hermandad.....o quizá si, que se compadeció de la sangre de su sangre y le agenció un despacho que le proveía de una vida muelle y una finca cerca de Sevilla con unos caballejos, entre cafelitos que removían los expedientes, pues que también es esto hermandad.
El vinculo de padres e hijos es indeleble y duradero, cuarenta, cincuenta años? nos dan la vida y la educación, no a todos, el cariño.
Los hermanos duramos mucho juntos, toda una vida, desde las cenas de sopa y filete empanado, noches de televisión juntos, mismo dormitorio de dos camas, luego ya, aunque con vidas independientes, sabemos que somos hermanos, aunque pasen los días y los meses sin mucho contacto, somos los hermanos.
En los monasterios también se llaman entre si hermanos, debe ser por ser hijos todos del “Padre Eterno”, aunque no es lo mismo.
Esas reuniones de gente que van en carretas a ver a la Virgen en la aldea de El Roció, se llaman igualmente hermandades, la de Triana es muy famosa, así que allá se van los cofrades cantando por los caminos, con el sin pecado, hasta las cejas de fino y tan contentos de cantar coplillas a la venerada "Reina de las Marismas", que yo los he visto por las rayas de Doñana dando tumbos.
Los hermanos a veces cuando niños se pegan, patadas y pellizcos, como los cachorros de oso que se zarandean y mordisquean.
Pienso que crecen unidos y se establece el cariño que dura de por vida, aunque a veces ocurre lo imprevisto que rompe tan estrecha relación.
Las herencias Hay!!! .......he visto yo que separan a los hermanos, que decir de los títulos, que mas de uno por ser barón, acude a los tribunales y deja de hablar con quien es de la misma camada.
Recuerdo dar un pésame a una amiga, por su hermano fallecido, quien me espetó que para ella su hermano había muerto hace años, esto es triste y muy desabrido, especialmente para los padres, que los quieren a todos por igual normalmente.
Todo este discurso no tiene ni pies ni cabeza, es solo que pensaba yo sobre mis hermanos y la hermandad, me pidieron hace tiempo que escribiera sobre esto, somos bien avenidos y de buena crianza, lo que es gran suerte pues con los sobrinos y los hijos de estos, se siente una base solida, un cimiento firme, que viene a ser la familia.
EL Evangelio esta lleno de referencias a los hermanos, que el prójimo debe ser tratado como un hermano, no como el de mi amiga que era odiado, sino como el criado de la misma leche y bajo el mismo techo.
Aquí somos muy irónicos e inventamos eso de “Dios dijo que fuéramos hermanos pero no primos”, lo que es gran verdad.
Con la complicación de la modernidad, hay ya muchos hijos únicos, sin hermanos, solos ante la vida, sin nadie con quien sentirse acompañado en el camino, sin nadie a quien ponerle un despacho para que tome cafelitos, aquí mismo a la vuelta de la esquina.
Con los fraileros y la carpintería de azul, la fachada blanca, unas mesas grandes de tablas de madera con bancos corridos, a la tarde bocadillos de queso fundido, para cenar merluza en salsa verde, o chipirones, o lubina hervida con mahonesa, todo sencillo y sabroso, sin estas mixtificaciones de la cocina moderna.
Nunca reparé en el termino, pero hermandad es lo mismo que cofradía, que los latinos al hermano le decían “frater”, los italianos dicen ahora “fratello”, de aquello viene “cofrade”.
Existieron muchas hermandades, de oficios diversos, es un termino que implica unión y compasión ante la desgracia, aunque muchos abusaron y las hicieron desaparecer, estableciéndose los seguros médicos y los planes de pensiones, que ya no hay hermandad entre nosotros.
Recuerdo a Alfonso Guerra, que con su hermano no practicó precisamente la hermandad.....o quizá si, que se compadeció de la sangre de su sangre y le agenció un despacho que le proveía de una vida muelle y una finca cerca de Sevilla con unos caballejos, entre cafelitos que removían los expedientes, pues que también es esto hermandad.
El vinculo de padres e hijos es indeleble y duradero, cuarenta, cincuenta años? nos dan la vida y la educación, no a todos, el cariño.
Los hermanos duramos mucho juntos, toda una vida, desde las cenas de sopa y filete empanado, noches de televisión juntos, mismo dormitorio de dos camas, luego ya, aunque con vidas independientes, sabemos que somos hermanos, aunque pasen los días y los meses sin mucho contacto, somos los hermanos.
En los monasterios también se llaman entre si hermanos, debe ser por ser hijos todos del “Padre Eterno”, aunque no es lo mismo.
Esas reuniones de gente que van en carretas a ver a la Virgen en la aldea de El Roció, se llaman igualmente hermandades, la de Triana es muy famosa, así que allá se van los cofrades cantando por los caminos, con el sin pecado, hasta las cejas de fino y tan contentos de cantar coplillas a la venerada "Reina de las Marismas", que yo los he visto por las rayas de Doñana dando tumbos.
Los hermanos a veces cuando niños se pegan, patadas y pellizcos, como los cachorros de oso que se zarandean y mordisquean.
Pienso que crecen unidos y se establece el cariño que dura de por vida, aunque a veces ocurre lo imprevisto que rompe tan estrecha relación.
Las herencias Hay!!! .......he visto yo que separan a los hermanos, que decir de los títulos, que mas de uno por ser barón, acude a los tribunales y deja de hablar con quien es de la misma camada.
Recuerdo dar un pésame a una amiga, por su hermano fallecido, quien me espetó que para ella su hermano había muerto hace años, esto es triste y muy desabrido, especialmente para los padres, que los quieren a todos por igual normalmente.
Todo este discurso no tiene ni pies ni cabeza, es solo que pensaba yo sobre mis hermanos y la hermandad, me pidieron hace tiempo que escribiera sobre esto, somos bien avenidos y de buena crianza, lo que es gran suerte pues con los sobrinos y los hijos de estos, se siente una base solida, un cimiento firme, que viene a ser la familia.
EL Evangelio esta lleno de referencias a los hermanos, que el prójimo debe ser tratado como un hermano, no como el de mi amiga que era odiado, sino como el criado de la misma leche y bajo el mismo techo.
Aquí somos muy irónicos e inventamos eso de “Dios dijo que fuéramos hermanos pero no primos”, lo que es gran verdad.
Con la complicación de la modernidad, hay ya muchos hijos únicos, sin hermanos, solos ante la vida, sin nadie con quien sentirse acompañado en el camino, sin nadie a quien ponerle un despacho para que tome cafelitos, aquí mismo a la vuelta de la esquina.