Los muertos de hoy.

Todos los días, supongo yo, hay muertos, muchos muertos, quizá millones, quien sabe.
Vemos a los de los titulares de periódico, de quince en quince cuando son muertos de coche, a veces de cincuenta o mas cuando son de bombas y otras salvajadas, por cientos en terremotos o inundaciones.
También los conocidos, no con frecuencia afortunadamente, solo algunos al año, unos jóvenes y la mayoría viejos, a los que ya habíamos descontado, esperando el desenlace natural.

Hoy me sorprendió al mediodía la noticia con fotos de la muerte de Margaret Thatcher y la de Sarita Montiel, personajes dispares, aunque de datación parecida, camino de los noventa.
Lo sorprendente es que en uno de los periódicos primero estaba la foto de Sarita, como noticia mas destacada, así es la vida.

Cuando un personaje se muere solo, el día entero y los titulares, los acapara, pero aquí en Iberia la Montiel compite con la Dama de Hierro e incluso le quita la cabecera.
Supongo que en UK la cupletista no aparece ni en la letra pequeña, claro esta que en Campo de Criptana ni sabrán quien era la Thatcher, cada uno a lo suyo.

La muerte es democrática e igualitaria, de forma que la sonriente primer ministro británica esta ahora igualada a la pepona que cantaba “fumando espero”, la una sin hacer decretos y la otra sin hacer conquistas varoniles.
Un breve tiempo de necrológicas y reportajes, recuerdos y testimonios, luego la actualidad y otros muertos mas nuevos distraerán nuestra atención, que la novedad es efímera por naturaleza.
Hay ahora un muerto que es como si hubiera rebotado, Pablo Neruda.
Esta es una costumbre nueva debido creo al avance de la ciencia forense y al conocimiento del ADN, así que se desentierra al personal para ver si los mataron o se murieron ellos por su cuenta, también para ver si algunos hijos saben quien era su padre, ademas de otras variantes que serian largas de relatar.
De cualquier forma estos muertos rebotados no causan impresión por ser ya antiguos, parece que el tiempo les hace perder dramatismo.
Volviendo a lo de hoy, dos mujeres notables, las dos con carácter y vida exitosa, descansen en paz, pues las dos han sido guerreras, la británica en las Malvinas y la hispana en las guerras del amor, mas cruentas y despiadadas estas últimas.