Tengo un buen amigo, banquero para mas señas, que hace alarde de su impiedad y su dureza, hasta el punto de sentenciar que “toda obra buena será inmediatamente castigada”.
Esto es sorprendente y desagradable para almas inocentes e idealistas como la mía….. Ahora me rio recordando un suceso acontecido hace poco en Madrid creo que en la calle Dr. Castelo.
Había dejado la moto en la puerta de una tienda de informática, como casi siempre mal aparcada, miraba con embeleso los nuevos Apple cuando escuche una insistente bocina ansiosa y desesperada por lo que salí raudo, no fuera a ser mi flamante BMW la causante del problema.
Sorpresa, era otra moto la que impedía a un hombre mayor junto a su esposa, salir de su garaje, ante lo que movido por la solidaridad entre moteros y la compasión hacia el hombre de edad, me dispuse a empujar la moto ajena, hecho comprometido pues mover una moto grande en parado es siempre delicado, máxime no siendo la tuya.
Mientras realizaba la delicada operación el viejo del coche tocaba la bocina todavía y hacia gestos agresivos con brazos y cabeza, yo no sabia que pensar, así pues le grite que la moto no era mia y que parara de gritar como un energúmeno, me estaba calentando yo también y se lo repetí de forma ya mas desgarrada, acabando la historia en que volví a entrar en la tienda desentendiéndome del incidente.
Hay cosas que se enlazan, pues al entrar, un afamado actor que estaba dentro, de apellido Galiardo…..me increpo también por mi descortesía, ante lo que de manera chulesca le conteste que la moto no era mia y que el viejo era un energúmeno desagradecido hacia mi buena acción, el actor que debía conocer al basilisco por ser de la vecindad, me aseguro que el viejo era sordo a lo que añadió que yo era un pedante…..ahora como decía me rio pero en aquel momento me tuve que refrenar para no tener otra bronca con el afamado actor, que cosas.
Mi amigo el banquero parece tener razón, cuantas veces por mediar en una trifulca sales golpeado.
De cualquier forma creo que las buenas acciones son bonitas no importa haya o no recompensa moral, al menos esta de que hablo ahora me provoca risa, que es la base de la salud mental.
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