diciembre 23, 2011

Nochebuena años cincuenta.

Un nacimiento grande con fondo de papel azul y estrellitas, musgo de la Plaza Mayor y rocas de corcho sobre las que nieva harina, un río de papel de plata, con un puente y todos los personajes que deambulan por Belén, los Reyes Magos en camello por el caminito de serrín, el pastor haciendo gachas y el Angel, las ovejas y los pavos.
Bajo el dintel de  la cueva, una bombilla oculta y El Misterio que así se le llamaba. Arriba opresor, el castillo de Herodes, de cartón, como todos los opresores.
Mi padre como buen arquitecto, hacia una escenografía que fascinaba a todos mis primos,  pequeños como yo entonces, hijos de abogados o del ramo de seguros o jueces, o militares..... con un nacimiento peor dispuesto en sus casas, pienso yo ahora.
La cena muy formal, casi solemne,  mis hermanas con sus trajecitos y bien peinadas, la mesa con bolas de cristal rojas que se rompen con mirarlas, ramos de acebo y velas encendidas, también rojas, la cena de Nochebuena.
Santa Claus no existía entonces, al menos yo no lo conocía.
Lo mejor el “capón” que hacia Pepona, con patatas fritas grandes y doradas, los cubiertos y copas que nunca se usaban y vajilla de porcelana con un filo dorado en el borde, mas tarde turrones, mazapán y peladillas, algún polvorón.
Para mi padre una copa pequeña con un largo fuste, de Anís del Mono, con aquel feo animal con cara de hombre en la botella.
Tarde ya y apretados en el coche, abrigos y bufandas, camino de la calle Caballero de Gracia, colegio Sagrado Corazón en un Madrid desierto y frío, sin luces ni sonidos.
Las monjas severas y misteriosas con sus inmaculadas tocas y el calor de la capilla para la Misa del Gallo, saludos y sonrisas, niño estate quieto..............
Floreros de alabastro con calas blancas y luces tenues, retablo dorado, cosas que mirar para  distraer el tedio de los latines, luego el coro a “capellla” de las niñas, arriba, invisible........
Caído se le ha un Clavel
Hoy a la Aurora del seno:
¡Qué glorioso que está el heno,
Porque ha caído sobre él!
 
Muchas veces he pensado en la ñoñería de esta letra hasta que supe que es de Góngora, ahora, me parece lírica y apropiada para la fecha, tan leves somos.
A la salida la calle de Alcalá todavía si cabe mas irreal, blanqueada por la nieve caída durante la ceremonia, como el Clavel.
Son recuerdos de una Nochebuena ya antigua, sin regalos ni anuncios, familiar y religiosa, de un significado casi olvidado ahora, sepultada por tanto bullicio y actualidad.

diciembre 17, 2011

Fragancias para celtíberos.

Fui educado en la higiene personal, con gran trabajo de mi santa madre que luchó con denuedo contra la natural falta de aseo en los niños, que acostumbran a adormecerse tan ricamente en sus excrementos desde que son bebes.
No existían tantos baños en las casas como ahora, uno para muchos hermanos, que en riguroso orden y bajo amenaza, nos aplicábamos estropajo y jabón, para despegar la mugre adquirida en el patio del colegio, rodillas negras de pantalones cortos, pelo sucio, uñas negras y tinta por las manos y la cara.
Con los años la limpieza se convirtió en un hábito, más tarde en una necesidad, incluso llegando en la juventud al empleo de agua de colonia, en las ocasiones de gran fiesta o en las primeras “citas amorosas”.
Desde el dicho “el hombre y el oso cuanto mas feo más hermoso”, que tampoco es eso, hemos pasado al “varón metrosexual”.
El celtíbero, tradicionalmente recio y austero, gasta ahora en peluquería y mascarillas, implantes variados y ropa de diseño amen de toda clase de pendientes y dijes.
Muchos futbolistas, antes  arquetipo de masculinidad, parecen ahora primadonnas, al menos los toreros conservan su imagen de macho, campero y natural.
En estas fechas asisto asombrado a la campaña publicitaria de Navidad centrada, en toda clase de fragancias, en frasquitos extraños, siendo las más de ellas para hombre.
En los anuncios aparece siempre un joven algo macarra, con barba de algunos días, en camiseta o de torso desnudo, también en ocasiones con algo cubriendo justo sus atributos.
Su oponente femenina, vestida de forma sofisticada, adquiere el papel de acosadora, muy al contrario que en el reino animal donde es el macho quien acomete a la hembra.
El hombre convertido en objeto de deseo, pero un hombre asexuado, mas bien afeminado y que gracias al frasquito despierta los apetitos sexuales de la moderna “mantis religiosa” vestida de diseño.
Y yo me pregunto, se venderán tantos frasquitos que justifiquen tamaña inversión publicitaria?
Son cosas nuevas que mueven a la reflexión, sin que se me ocurra deducción alguna, aunque si constato que desde Atapuerca aquí los hombres han hecho gala de ser “muy hombres”.

diciembre 11, 2011

El sorteo.

Ayer compré unos décimos, acabados en ocho, como siempre, es parte de la tradición, que eso es la Lotería de Navidad, de lo poco que sobrevive a este vendaval de cambio que ha demudado el rostro de esta tierra antigua y agreste.
Todo lo relacionado con este evento, es castizo y autóctono, empezando por el nombre “Nacional”, ahora todo es “estatal” o peor todavía esa irritante frase de “Gobierno de España”. 
El “Colegio de San Ildefonso”, de donde provienen los niños que cantan el antiguo soniquete, el “gordo”, el “bombo” la “pedrea” y así todo el ritual que se celebra cada diciembre como preludio de la Navidad.
Cuando toca en pequeñas participaciones en algún bar o comercio popular, se escucha que está muy repartido y se considera bueno, muy al contrario a mi me gusta cuando a unos pocos les toca mucho, de eso se trata, jugar tres euros para que te toquen quinientos es decepcionante, flor de un día.
Siempre escuché historias de lo desgraciados que se volvían los que conseguían una fortuna, peleados con los parientes y preocupados por no perder su flamante capital, creo que son leyendas urbanas.
Dicen que de ilusión también se vive, creo que es en esencia   de lo que vivimos y de aquí al sorteo, el personal, siente que su vida puede hacer una pirueta económica, que les llevará a la felicidad.
Desde el reinado de Carlos III el 30% de lo recaudado va al Tesoro Publico, único impuesto inteligente y que este pueblo, algo ludópata, paga con agrado.
El gobierno del desdichado ZP ha estado a punto de privatizar el negociete, que tropelía, pero en el desplome final no les dió tiempo a hacer el amaño y seguirá siendo la Lotería Nacional, el bombo no pasara a llamarse la esfera de la fortuna y los niños cantores no vendrán de la asociación de hijos de vientres de alquiler, espero que por muchos años perdure esta costumbre que marca el principio de este tiempo de esperanza y alegría para tantos españoles.
Una vez más acabado el sorteo, se escuchará a los no agraciados decir que lo importante es la salud, o que es mejor tener trabajo, pero todos hicieron cábalas sobre como invertir los dineros que acariciaron a través de esos pequeños boletos con un numero negro junto a la estampa de un pasaje bíblico.