julio 09, 2013

Los papeles de Bárcenas.


Presumo de ver poco la televisión española, en sus innumerables canales autonómicos, municipales y comerciales.
Lo que aparece a diario es poco edificante, meses ya con ese pirado que ha matado a sus hijos en Córdoba, el caso de los ERES y la juez Alaya, con las mismas tres secuencias en que arrastrando una maletita se encamina a su juzgado.
También a diario BARCENAS, el omnipresente D. Luis que con sus sienes blanqueadas y su abultada fisiología, sale o entra de un portal en la Calle Príncipe de Vergara, con su terno de la “Belle Époque” de cuello aterciopelado.
Pocos saben que este príncipe de Vergara de la calle, no es otro que D. Baldomero Espartero, soldado de fortuna en la guerra contra el francés y oficial destacado en la guerra carlista, de aspecto también como de fantasmón, como este Sr. Bárcenas que mora en su calle.

Aquí las comisiones son cosa antigua, yo las presencié al final de los setenta, en mi corta historia de obra oficial, es como la grasa que hace que los engranajes se acoplen mejor.
A mi me parecía normal, aunque me aparté de esos caladeros por inseguros y poco dignos, eran obras no muy grandes, a veces de regalo caro o copiosa comida, aunque también corría el metálico.
Como habrán sido las cóimas en carreteras, AVES, museos, polideportivos, recalificaciones......aquí no hay casi nadie honrado, con poder de decisión.
Parecía que la izquierda era mas tirada, para eso de las perras, hoy en día creo que es igual que la derecha, todos corruptos, o corrutos como dice el otro ángel de la “operación campeón”.
Hasta aquí todo bien y conocido, son años ya de escándalos y no tiene remedio.
Lo que me mueve a la perplejidad hoy son “Los Papeles de Barcenas” que son como de contable del siglo XIX, así no hay manera, hay que tener estilo.

Hoy Europa contempla abochornada, como en España el dinero negro de la mordida no esta en un EXCEL, como debe ser en una sociedad tecnológica, al menos en un Word con su tabulación ordenada y limpia.
Cuadernillo de rayas con letra vacilante y delictiva, tachones de miles de euros e iniciales con mayúsculas de caligrafía de colegio de los marianistas.
La corrupción es inevitable, aunque debe ser castigada con el desprecio, luego además con la cárcel, aquí ni lo uno ni lo otro, que mientras conservan el dinero, los amigos no se despegan.
Al menos, si me lee algún corrupto, que la imagen sea impecable, de hoja de calculo en colores, negro para el ”B” y verde para el ingreso en blanco, columnas para los perceptores y saldo final, los donantes en dorado, que menos¡¡¡¡¡¡, en fin una contabilidad decente para algo indecente.
La imagen de Bárcenas me gustaba, prepotente, arrollador, seguro de si mismo, pero al ver sus notas sobre las dádivas, me parece ahora un patán, con letra y estilo de tienda de ultramarinos, de donde nunca debió de salir.
!!! Como hubieran sido las “sisas” allí entre el mostrador y el almacén¡¡¡¡¡.

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