mayo 18, 2015

Desengañado.

Ya me decía mi padre que no votara nunca, supongo que con su mejor intención como educador, llevado del amor paterno.
El conoció este sistema, se entusiasmó con la república y sufrió la guerra civil, con lo que estaba vacunado para la ronda de ahora.
El caso es que recuerdo yo que de niños, votábamos en la playa, tumbados en la arena ardiente de la playa, donde ir a la tarde.
De chocolatada a Bustiniaga, en barca a Lasao, tortilla de patata en la campa del mar, sin saberlo éramos niños democráticos.
La verdad es que me costó arrancarme cuando montaron esta estafa, pero en algún momento y ante la ruina de la Nación, me acerqué a la urna algunas veces, siempre pensando que era una gota sobre el océano, de la incultura, de los intereses, de los odios, bueno esto pienso yo.
Medito sobre la dirección de la Iglesia, institución longeva y estable, con sus triquiñuelas, pero que gobierna a los fieles desde hace dos mil años a través de los temporales de la historia.
Nunca me dicen que vote al nuevo Papa, ni tan siquiera al párroco de la iglesia del barrio, además tampoco tendría yo criterio para hacerlo.
De la misma manera, este sistema implantado en toda Europa al modo de los americanos, parece que no funciona muy bien y es caro y cansino.
Aquí en esta desdichada Andalucía, han elegido a esta mujerona que acabó la carrera de leyes en diez años, tiene cara de bruta, claro es que es bruta, que la cara es el espejo del alma.
Desde hace unas semanas hay muchas encuestas y los candidatos repiten de forma monótona la misma cantinela, como si fuéramos duros de mollera, como la mujerona de Andalucía.

Todos hablan del cambio, que ya empleaba la palabreja Felipe en los ochenta, vaya que si cambió, se caso con una rubia de bote llena de dijes dorados y se mudó a la Calle Velázquez, eso es de buen gusto.
El Mesías de los parias de la tierra, ha tomado aspecto de mandril de la casa de fieras del Retiro, dejándonos junto a otros como el, un Estado insoportable, un maquinón ineficiente e imposible de pagar.

Se supone que tras la oprobiosa, traerían la felicidad al pueblo, junto con la libertad y el bienestar generales......El caso es que solo veo gente malhumorada y protestona, todos “cabreados”.
Ya se ha visto, que los que sujetan la red de los impuestos y tasas, meten la mano y se llevan algunos peces, pero lo peor es como tiran la pesca, o la dejan pudrirse en forma de despilfarros múltiples y millones, digo bien millones de paniaguados que disfrutan de la soldada mientras afanan algo al “descuido”,
La corrupción existirá siempre, es consustancial a nuestra naturaleza, polvo eres y en polvo.....pero era patrimonio de los poderosos, pocos, ahora esto esta lleno de mindunguis a sueldo y trienios, que fuerzan los expedientes hasta llevarse su cóima, desalentador.
El caso es que después de mi ultimo voto, que acabó con la ganancia de Susana, ganancia pírrica por lo que se ve, he decidido no votar nunca mas, se me antoja la forma de que cambie de verdad el sistema, que no quisiera yo ver al de la coleta en mi vejez viviendo en Serrano con una pelirroja, coche blindado en la puerta y unos gorilas para cuidar de que nadie le insulte.
Esto puede denominarse como perdida de fe, en este estúpido sistema que dicen que es el menos malo..... Como serán los demás.

Llevaba tiempo sin escribir, quizá por el estupor y el desaliento, pero ahora con nuevos bríos, me declaro al margen del sistema, en espera de que algún día, se nos gobierne con mas respeto y algo mas de inteligencia, cosa imposible para Díaz la mujerona, que por cierto también se tiñó de rubio, a imitación de la compañera de su líder espiritual.

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