septiembre 17, 2015

La concejala de Castilleja de la Cuesta.

Castilleja de la Cuesta es poblachón anónimo cercano a Sevilla, se le encuentra saliendo de Sevilla camino de Huelva, cerca de las ruinas de la que fuera “Itálica famosa” de cuando la península era regida por el Imperio Romano, mas decente que este esperpento del “Estado de las Autonomías”.

Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora 
campos de soledad, mustio collado,
fueron un tiempo Itálica famosa.

Que podría hoy recrearse el verso ante el panorama de parados, deudas impagables y paniaguados de todos los pelajes.
Hace un año, suspirábamos muchos por Albert Rivera y su imagen de hombre que limpiaría las cloacas administrativas de tanto parásito, pasados estos tiempos y estas elecciones, me río yo ahora casi mas que la concejala de Castilleja de la Cuesta.

Carmen Lopez Santana, que así se llama la edil, fue en tiempos Mis Sevilla, digo yo que por su cara bonita, así que esta acostumbrada a que la vida le derrame sus dones, que una cara bonita lo allana todo.
Esta concejala, por motivos personales, que quizá sean amorosos dada su prestancia, se ha visto impelida a trasladarse a Chicago, si señores al legendario “Schicago Americano” de "No me pises que llevo chanclas”.
Carmen tiene nombre de cigarrera de la opera de Bizet, que es muy andaluza ella y morenaza como debe ser.
Educada en este pitorreo institucional donde se han contemplado toda clase de latrocinios, la inocente va y solicita un billete de avión mensual para volar de Chicago a Castilleja, ignoro si hay vuelo directo, aunque de haberlo las dietas incluirían el desplazamiento de Sevilla al cerro donde se asienta el pueblo, en autobús de linea, ignorando si Carmen tiene morada propia, debiendo añadir un complemento por pernoctación con desayuno incluido.
La finalidad de estos dispendios no es otra que la asistencia de la guapa a los plenos municipales, donde la asistencia de la mis es de importancia vital para la buena gobernanza del pueblo y por ende, de Sevilla y de Andalucía entera, que este partido de Ciudadanos como decía antes, es la esperanza de la regeneración de la patria.
Pienso si alguna concejal de Chicago en correspondencia a esta singularidad, pedirá su traslado a Castilleja, de aire puro y cálido que hace madurar al limonero, cosa infrecuente en el lejano Illinois de inviernos inclementes.
Incluso se podrían hermanar las dos villas estableciéndose plenos intermitentes e itinerantes con vuelos de bajo coste, de forma que los ediles de Chicago, acabado el pleno podrían ir de tapas a Triana, total solo unos dólares para esa gran ciudad.

No conozco yo el desenlace de esta singular peripecia, estaré atento a la carrera política y amorosa de esta criatura de sonrisa angelical.

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