Ocurría con las grandes tormentas, se decía que había caído un rayo en el transformador, esa misteriosa torreta de piedra de la alameda, que zumbaba constantemente y en cuya puerta había un hombre dibujado, alcanzado por una descarga mientras caía abatido por la electricidad.
PELIGRO DE MUERTE !!!! decía el cartel.
Así pues con la luz apagada se encendían unas velas y se rezaba a “Santa Bárbara.....bendita que en el cielo estas escrita con papel y agua bendita”.
Los niños aterrados por los truenos y los resplandores nos sentíamos indefensos, paralizados, contando los segundos entre relámpago y trueno, esperanzados en que el meteoro se alejara de nuestras frágiles vidas.
Al fin reparada la avería, la triste bombilla de 40W se encendía otra vez y la vida volvía a ser segura y cierta.
Por algo el Génesis dice que lo primero fue la luz, justo tras la creación de la tierra....Hágase la luz y la luz fue hecha.
Las tinieblas son cosa desagradable y temerosa, en las películas de miedo siempre hay penumbra y se desdibujan los perfiles, con lo que el asesino acecha cuchillo en mano amparado en la oscuridad.
Viene esto a cuento, pues anoche se fue la luz, esta vez sin rayos, solo con la ayuda de ENDESA, ahora en manos del estado italiano, gracias a ZP y el Sr. Entrecanales.
Lo primero que se echa en falta es internet, después la tele, la casa se queda silenciosa, al menos el portátil funciona para poder esbozar un post.
Solo los perros continúan su vida normal, indiferentes.
Gran quietud, pienso en los antiguos, vivían la noche de forma diferente, supongo que se iban a la cama y medito sobre el gran mérito de la gente culta que leía libros con la oscilante llama de una vela, o en Chopin garabateando sus nocturnos en la partitura mientras goteaba la cera por la palmatoria.
Con la electricidad se interrumpe la calefacción, lo que acentúa la sensación de horfandad y desamparo, en un instante parece que los avances de la civilización han desaparecido y nos encontramos inermes y solos ante nosotros mismos.
La avería ha sido de varias horas, prueba del estado de los servicios públicos, como casi todo próximo a la quiebra.
A la mañana todo vuelve a la normalidad, el sol esta en su sitio y al pulsar el interruptor la bombilla luce, ya se puede cargar el teléfono y el Ipod, la televisión atruena con las vulgaridades de la mañana, solo fue una noche en la que por unas horas reapareció la "noche antigua", silenciosa,negra y vacia.
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