noviembre 30, 2011

En la frontera.

Vivimos rodeados de imposiciones arbitrarias y estúpidas, aunque las que mas nos enervan en estas épocas de penuria, son las que nos vacían la faltriquera, en forma de sisa permanente por parte de las administraciones, que son muchas, como los mosquitos, que nos pican sin piedad succionándonos la sangre, mala sangre diría yo.
Voy con cierta frecuencia a Gibraltar donde compro mi cartón o dos de Winston, rojo con letras doradas, los paquetes son preciosos y redondeados y no llevan fotos ni horribles letreros amenazándo con la impotencia la calvicie o la blenorragia.
Otra particularidad es que el precio es de 21 leuros, muy diferente de los 39 con que el “Estado de las Autonomías” saquea a los españolitos, bajo el pretexto de que es vicio insano y una vez pobres, fumaremos menos.
La estrategia no funciona, se fuma mas, e imponen nuevas subidas de impuestos, ayudando ese dinero a mantener a los incontables sátrapas (mosquitos) que nos desgobiernan y confunden a diario.
El resultado ante un paro del 30% en este sur del sur, son infinidad de chavales y maduros que hacen viajes diarios, escondiendo el tabaco en sitios inverosímiles de sus motitos, también bajo las cazadoras, camuflado entre los michelines de sus novias entradas en carnes.
Una simple raya administrativa implica en gasolinas tabaco y bebidas alcohólicas, doblar el precio, hecho absurdo e irresistible, provocando los alijos domésticos, toreando así  al Estado saqueador y abusivo, morlaco astifino que embiste contra vidas y haciendas.
Los controles de las autoridades fronterizas, provocan colas interminables de vehículos de dos ruedas, inhalándose en la cola los nocivos humos de los escapes de las motos, adobados con plomo y azufre y bien sazonados de anhídrido carbónico, que provocarán en estos jóvenes parados las mas pavorosas  patologías y desordenes fisiológicos, antes tan siquiera de la primera calada del tan ansiado tabaco.
Son sucedidos locales, poco conocidos y aceptados con paciencia, a veces la tensión sube y se salen de su cauce, provocando el desorden publico y el titular de periódico.
Es una espiral imparable, mas subidas de precio, mas paro, mas contrabando, mas controles.............veremos como acaba esto. 

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