diciembre 29, 2013

El nacimiento.

En la Plaza Mayor, se encontraba de todo, además asemejaba a Madrid en parecer un pueblo grande, con su plaza de mercadillo modesta y pobretona.

Recuerdo que se entraba con el coche, había tan pocos.....nadie lo creería ahora, mi padre aparcando junto a alguno de los puestos, con zambombas y panderetas, espumillón y confeti, algodón de azúcar y almendras garrapiñadas.

Ahora la inspección, primero el musgo, jugoso y verde, el regateo del precio después y finalmente la vendedora entre periódicos, capa a capa de la futura pradera frente al Portal.

El corcho en el mismo puesto, grandes planchas de un árbol que se convirtió ahora en parte de mi vida diaria, el alcornoque.

Algunas ramas de acebo, con sus bolitas rojas, para hacer ramos con esas bolas de cristal que se rompen de tan solo mirarlas.

Unas ramas de arbusto, que se transformarán en grandes arboles nacidos en una quebrada, por detrás, al fondo de la escena inmóvil.

Todos los años algún pastor, alguna oveja mas, Baltasar que el año pasado se rompió, un camello y un poco de polvo blanco para hacer de nieve, que en Palestina también nieva, según conocemos ahora.

Que no falte el serrín para el camino por el que los Reyes avanzan hacia el puente sobre el río de papel de plata, río de envoltorio de chocolate Elgorriaga.

Mi padre es arquitecto, profesión ancestral que le habilita para en un instante armar una cueva prodigiosa, con su lucecita al fondo de bombilla de rosca miñón, tenue y amarilla.

Todo se va acoplando, el musgo que oculta el pedestal de las figuras de cerámica, con sus túnicas pardas, el camino arenoso hasta el puente y desembocando en el establo.

El castillo de Herodes, siniestro, también con luz, para después de la matanza de los inocentes, que cabrito el Rey Herodes allá en lo alto.

Casi acabando, la nieve, no mucha que esto no son los Alpes, es solo una noche fría, para añadir dramatismo.

Lo ultimo, las figuras, el pastor haciendo gachas, el ángel encaramado anunciando a los pastores la buena nueva, las ovejas sobre el musgo, los magos de oriente.


Con mano delicada y cuidadosamente, el Misterio, bajo las grandes rocas de la cueva, la mula y el buey, San José con su cayado y la Virgen que mira con embeleso al recién nacido, sobre el Heno, en el suelo, el hijo de Dios.

Al fondo sobre la pared, un papel azulado con estrellas plateadas y colgada de algún punto con hilo de nylon, la estrella de oriente, con su cola recortada en dintecillos, como de sierra.

El portal de Belén queda así completado, hasta el día de reyes, en que todo se guarda en cajas de cartón para el año que viene.

Solo se tira el musgo ya seco, el serrín y la nieve que no se derritió, los grandes arboles y Baltasar, que se volvió a romper este año, mi madre antes de guardar al niño lo besa con reverencia, después, se barre el rincón y la Navidad queda atrás, lejana, ya para siempre en la imaginación de algún niño.

diciembre 17, 2013

Ava Gardner en Guadiaro.

El señor Bernardo era ya un hombre viejo, cuando en una noche de verano me contaba esta historia que considero muy singular, historia que quedó impresa en mi memoria, al contrario de otras que en  unos días se olvidan, por intrascendentes, o por vulgares.

Durante muchos años, regentó este hombre un hostal-restaurante llamado “Bernardo”,  en el Pueblo Nuevo de Guadiaro, junto a la N-340 antes de convertirse en autopista en los noventa.

Mas antiguamente, estuvo al frente de la “Venta Toledo”, hablo de los sesenta, parece que era el único sitio con teléfono de la zona, tanto cambió el mundo que ahora llevamos todos uno en el bolsillo, nos parece ya normal.

La carretera general era antiguamente, la que pasando por el puente de hierro, tras unas curvas en cuesta, atravesaba Guadiaro, me contaba Bernardo que los camiones paraban a rellenar el radiador de agua, camino de La Linea, con verduras de la vega de Estepona.

Pues bien una noche de verano, tarde ya contaba Bernardo, paró un automóvil negro, elegante, frente a la venta, se bajó una mujer soberbia, mas tarde supo que era Ava Gardner, “el animal mas bello del mundo”.

Se encaminó a la barra y le pidió una ginebra, tras servirle, ella, imperativamente, con el dedo esbelto, indicó el borde del vaso para que la ración fuera completa, se lo tomó casi de un trago, como el agua, al poco tiempo se deslizó en el asiento del coche y desapareció en la negrura de la carretera, camino de la bahía.

Con el tiempo, he sabido que durante sus años en España, uno de sus numerosos romances, lo tuvo con un galán Gibraltareño, lo que casa con lo relatado por el viejo Bernardo, a quien se le quedó grabado, a quien no.......... el sucedido de aquella noche calurosa.
Por causas misteriosas encontré este cheque del año sesenta, en agosto, firmado por ella.

La cantidad, a pesar de la inflación es pequeña, solo 25,70 dólares, endosados a un banco de "la roca".

Quien sabe para que , posiblemente solo unas copas, bien llenas, que fue mujer de mucho beber.

diciembre 11, 2013

Al pan pan y al vino vino.

Es una cosa nueva, que cabrea (con perdón), lo de que cambien los nombres a las cosas, o a las personas, o a las ciudades.

Decían que nombrar es poseer, así que ahora somos pobres de posesiones y huérfanos de recuerdos y vivencias, por la funesta y estúpida manía de cambiar los nombres por pura frivolidad, además de estulticia.


Hoy vi un poco el funeral de Mandela y resulta que ahora se llama Madiva, coñe pues vaya aquelarre de ceremonia que han montado, que hasta Corina estaba por allí bailoteando,al menos se sigue llamando "Corina zu Sayn-Wittgenstein", esta cambió de hombre, pero no de nombre al menos.

Ves a un paisano que se llama Javier y a las primeras de cambio se lo monta y escribe Xavier, uno llamado Luis se transforma en Lluis y un Juan, se pasa a llamar Joan, será “Joanito” el mamón de su niño.

Empezó esta broma aquí, hace ya años, con La Coruña,  yo estudié La Coruña, Lugo Orense y Pontevedra, eso es indeleble, pues no señor ahora dicen algunos A Coruña y Ourense e incluso Lujo.....siempre son los mismos, los mas tontos los que lo repiten y crean confusión.

Así que ahora se dice la carretera de A Coruña, con la cuesta de “A Perdices”, no te fastidia.

Cuando pequeños, con un polvorón en la boca, nos decían “di Pamplona”, que niño va a decir ahora, Iruña!!!!, pero si es que es Pamplona leñe.

Yendo mas lejos, donde vive tanto chino, era en Pekín, que además había unos perros a los que llamaban pequineses.

Bueno pues ahora toda la gente dice Beijing, que tiene delito la cosa, a los perros les llamaran sabe dios como.

También se ha jugado con la ortografía, que Deva lo ponen Deba y Vizcaya, Bizcaia, ya ves tu que ganas de hacer el mindungui, que hasta a Rentería le dicen Errentería

Aquí hay mucho torda suelto, lo malo es que hay muchos mas menguados que les siguen la corriente pues todos los de la tele dicen Girona y A Coruña, quizá para parecer modernos y tolerantes, ademas de demócratas.


Pobres turistas que en las carreteras, buscan Vitoria, o San Sebastián y ven unos carteles azules donde pone Gasteiz y Donostia, pero que juerga es esta, que yo he ido por Europa y París se sigue llamando así, aunque ellos digan Pagí, que son los gabachos como gangosos y no pueden decir perro como lo dice un cristiano, que dicen ellos pego.


Esto se esta desmadrando, hay que volver a las buenas costumbres y dejarse de pamplinas, al pan pan y al vino vino, o es que al queso le vamos a llamar ahora “fromage”.

diciembre 08, 2013

Homo Cibeles.

Ha ocurrido hace un par de días, aunque en la turbulencia del largo “puente de la constitución”, no ha dejado huella la noticia, yo no he dejado de rumiar el acontecimiento por lo inusual y sorprendente.

El suceso, consiste en que un coche, blanco no muy grande, se empotró en la fuente de la Cibeles, el conductor se bajó del coche saliendo del agua, tomando un taxi, para irse a su casa.

Poco después la policía pasa por la plaza y se sorprende al ver el vehículo en tan  extraño lugar, comprueba que no hay nadie dentro, analiza la documentación y va a casa del sujeto........hace la prueba de alcoholemia...........estaba ebrio, concluye la escueta nota.

El accidente fue a las seis de la fría madrugada de Madrid en diciembre. 

No dejo de preguntarme muchas cosas, ir muy borracho es cosa comprensible a veces, desengaños amorosos, vacíos vitales, simplemente una juerga, pero siempre permanece una sombra de consciencia, la suficiente para saber donde está el coche y meter la llave y encaminarse a casa.

No ver a La Cibeles es imposible, con su gran carro y los dos leones, aparte las palanganas de granito de gran tamaño, mas las luces de colores que la ensalzan.

Supongamos que se durmió el sujeto, explicación la mas plausible, encontrándose tras el ruido del porrazo, de frente con la Diosa y los leones, al ir a bajarse, nota la helada agua hasta la espinilla, los calcetines mojados.

Salir del agua es comportamiento racional y prudente, que los resfriados vienen de las mojatinas, lo que conmueve, es que llame un taxi y se vaya a casa.

No entro en consideraciones sobre el taxista, quizá estaba fatigado y no se apercibió de el extraño viajero. 
Desesperación? angustia? que conduce a esta extraña reacción?

Seguro que la ciencia de la psiquiatría podría explicar esto, aunque semejante comportamiento, debe dictar su inmediato traslado a un centro de estudios avanzados, para detectar un mas que probable salto evolutivo del ser humano, según la teoría de Darwin

La noticia no aclara que actividad desarrollaba en su hogar cuando llegaron los agentes, se tomaba un café para despejarse? se daba una ducha caliente para quitarse la friura? dormía plácidamente en pijama pensando que su encuentro con la fuente era solo un sueño?

Todos somos diferentes, algunos muy diferentes, pero este individuo a mi parecer es único.

Es por lo que propongo, análisis de todo tipo, no solo el etílico, que lleva aparejada sanción administrativa.


Yo propongo, medidas craneales, situación de lóbulos parietal, frontal y occipital, tronco encefálico y cerebelo, análisis del bulbo raquídeo y otros órganos similares.

Posiblemente estemos ante un nuevo espécimen que se despega de los ancestrales Cromañón y Neanderthal, la superación del Sapiens, el nuevo “Homo Cibeles”.


diciembre 05, 2013

Messier-4.

Andamos aquí siempre enredados con las cosas de diario, que nos dan el sustento y la razón del vivir, nos construimos nuestro pequeño argumento, basado en nuestros intereses inmediatos.
Algunos intereses mas abstractos, también son parte de nuestras reflexiones, la historia, el arte, el deporte, o incluso la vuelta de Belén Esteban, que todo ello es respetable y humano.
Pienso que miramos poco ahí fuera, me refiero a la naturaleza y a la infinidad de vidas que se esfuerzan en perpetuarse y subsistir, la inmensa mayoría alejada de nuestra estúpida crisis.
Veo habitualmente a las garcetas, las gaviotas, algún cernícalo, las cigüeñas que invernan por aquí......todas siguen con su vida parsimoniosa sin que ZP haya alterado su ancestral estilo de vida.
Pero al iniciar mi reflexión, que me mueve a la escritura, pensaba en algo mas. 
Hoy rebuscaba entre fotos de galaxias, y vi algo muy bonito de algo llamado “cluster”, tras algunas averiguaciones, me he quedado atónito.
Charles Messier es un Francés de la Lorena, que se fue a París a buscar fortuna, llegando a la astronomía de forma accidental.
Desde su observatorio del "Hôtel de Cluny", en un París sin farolas y sin polución, se dedico a curiosear por la bóveda celeste, identificando hasta 110 singularidades.
Muchas de ellas. galaxias, nebulosas, algunos clusters, estos últimos son los que me mueven a la reflexión de esta noche húmeda, con viento de levante.
Parece que el termino “cluster” proviene del ingles y se traduciría por “racimo”, como de uvas, pero en nuestro caso de estrellas.

Así que miraba yo esta foto del M4....Messier-4 de su catálogo, que es algo bonito y misterioso, situado solo a 7.200 años luz, de la tierra, dentro de esta galaxia domestica, algo cercano, tan lejano en realidad y tan desconocido, a la vez parte de nuestra casa en la inmensidad del universo.
Hay muchas de estas formaciones en la Vía Láctea, hay muchas galaxias como la nuestra, quizá muchas de esas estrellas ignoradas, como los granos de arena de la playa, contengan pequeños planetas.
Deberíamos curiosear todos un poco por estas imágenes del Hubble, que desde hace años fisgonea a derecha e izquierda, para maravillarnos y situarnos en una escala real de quienes somos.
Nunca iremos a uno de estos sitios, tampoco creo que entendamos jamás el motivo de su existencia, pero son misteriosos y bellos.
Pululan en el silencio del universo girando y desplazándose, unos ardiendo, otros alejados y fríos y sin luz, otros chocando en colisiones apocalípticas, otros consumiendose hasta su desaparición, sin tan siquiera haber tenido nombre, que Messier les hubiera dado presuroso.

Gracias Charles por tus noches de vela en Cluny, que gran verdad que el hombre es la medida de todas las cosas. ya lo dijo Protágoras, aunque nunca conoció a Messier ni de la existencia de estas maravillas.   

diciembre 02, 2013

El Palmar.

El uno de diciembre, es buen día para darse un garbeo, las motos mohosas del noviembre siempre triste y poco propicio para las expansiones.
El tiempo se anuncia radiante, con ese sol deslumbrante y metálico del invierno, ropa de abrigo, que valdría para el verano de un país nórdico, que tan benigno es aquí el meteoro.
Al café de media mañana acudimos los de siempre, además Juan y Alberto, este ultimo monta la que fue la "GS" amarilla de Ignacio......., que pena Ignacio que ya no estás para meter la primera y salir disparado, como solías.

Con este otro sentimiento de nostalgia, arrancamos camino de Medina Sidonia, el “Asido” de los romanos, que esta tierra bendita esta llena desde los neandertales, que ya entonces se estaba bien por Cádiz.
Nos desviamos hacia Benalup de Sidonia, pueblo de tétrica historia que cambió su nombre antiguo de “Casas Viejas”, donde sucedió lo del "Seisdedos", libertario que quiso hacer la revolución por su cuenta, encerrado en su chozo, armado hasta los dientes, con la familia.
 D. Manuel Hazaña, socialista de pro, pronunció el terrible …….."ni heridos ni detenidos, tiros a la barriga".
Tras pegarle fuego al chozo, salió despavorida la tropa de hijos y cuñados, también las mujeres, la fuerza publica obedeció las ordenes del gobierno, liquidando a casi todos.
Ahora Benalup es un pueblo apañado y de casas modernistas y extravagantes, lo que permanece invariable es el paisaje de chaparros pequeños y dehesas con ganado pacífico, que no vi yo por allá toros de lidia.
Después de una breve parada, al campo otra vez, por un camino que va por derecho hasta los pies del cerro de Vejer de la Frontera, este ha sido sitio de frontera, aunque solo se hable ahora de la de Gibraltar, estaría bien que de ahora en adelante se le llamara "Gibraltar de la Frontera", en recuerdo de lo que fue división entre moros y cristianos cuando se atascó la reconquista por un par de siglos.

Tras un corto rodar por unos campos abiertos, ya con el brillante Atlántico al fondo, llegamos a una aldea, que yo desconocía a pesar de los años dando vueltas por estos lares.
Es este “El Palmar”, sitio mágico, por su infinita playa con olas redondas y ordenadas donde algunos surfistas van y vienen entre el ruido y la espuma, me llama la atención uno muy gordo, embutido en el traje oscuro de neopreno, se asemeja mas a un cetáceo que a un atlético cabalgador de olas, con las cremalleras cerca del colapso.
Tras un rato de percibir una extraña sensación, me doy cuenta de que el efecto es producido por no existir apartamentos ni hoteles ni feos carteles de publicidad..........solo una aldea de casas blancas con calles anchas, algunas de arena.
Una hora de charla al sol, con el rumor del mar, algunas cañas y croquetas, con unos trozo de pulpo y varias anchoas, hasta que el aire frío, que ya es casi Navidad, nos levanta del letargo para volver a todo correr.

Estas tardes soleadas de ahora, se vuelven heladas en cuanto el sol cae, los aires constantes empiezan a cortar como cuchillas, de esta manera la incursión acaba de forma desabrida y presurosa, atravesando raudos La Janda, luego Tarifa y tras el estrecho, la siesta en el calor de la chimenea y el reposo de la tarde ya casi de invierno.