mayo 24, 2014

Copa de Europa.

Es casi como la víspera de Reyes, pero para los mayores.....mañana es el gran día y todos ahora cenan y beben alborozados.
Muchos vestidos con las camisetas del equipo, gorros y bufandas, sonrisas bobaliconas y frases inconexas, que pareciera que les vaya a tocar la lotería, así es de liviano el ser humano, que se ilusiona con nada, pero necesita ilusionarse.
La vida seria tediosa sin estas pequeñas adicciones, la del fútbol es una de ellas, muy extendida en este tiempo.

Poco jugaba yo de niño a este juego, pues que éramos tantos niños que no se cabía en los dos patios que tenia el colegio, sobre la Calle Joaquín Costa ambos, así que era mas popular el balonmano, inducido por los curas, campo pequeño, pelota pequeña.....aunque no sospechábamos entonces de la existencia futura de Urdangarín, que popularizo años mas tarde este y otros juegos, no todos de pelota.
Mi costumbre pues era jugar con las manos, que no con los pies, cosa impropia para un niño de los cincuenta.
Lo que si hacían los niños era cambiar cromos de fornidos delanteros, para completar el álbum, otros coleccionábamos cromos de animales o de coches.

En los veranos, con marea baja, sobre la arena endurecida y húmeda, grandes partidos.
Las rayas se dibujan con un palo, con su área y fueras de banda, porterías de montones de jerseys a modo de postes, que en el norte se iba con jersey a la playa.
Mis primos juegan bien, además son todos del Real Madrid, saben regatear y pasan con precisión.
Los balonazos en el cuerpo son dolorosos, con ese balón de plástico con arenilla pegada, en la cara son casi mortales para un infante de pocos años.
A los pequeños nos ponen de defensas, para que no molestemos, mi tío Antonio, con un pito de verdad dirige el encuentro, a cinco goles....después a bañarse.
Uno de mis primos, en el equipo contrario, avanza con rapidez por el extremo, dribla a dos niños de Bilbao y se la pasa a Gonzalo, quien chuta con fuerza, el balón viene a mi cara y el instinto me hace poner las manos...PENALTY!!!!......gritan los contrarios, los de mi equipo me llaman marica y yo avergonzado, hago firme propósito de no jugar nunca mas a eso.
He pasado años indiferente a la liga, los entrenadores, las lesiones y los fichajes.
He contemplado de joven, en las tardes de domingo, a mi padre viendo partidos, que ni a el le interesaban, Levante 2 Las Palmas 1, a veces adormecido.
La perversión es que ahora se habla, todos hablan, los jugadores con sus peinados, los entrenadores con sus monos llenos de carteles, los periodistas....horas y horas de cosa tan falta de interés, que jugar tiene un pase, para el que le guste, pero no veo yo la gracia a tanta charla sobre cosa tan banal.

Así pues mañana será el delirio, que si se apareciera la Virgen de Fátima no iría nadie a verla y tampoco saldría en las noticias.
Uno de los dos grupos irá a La Cibeles o a Neptuno el otro, costumbre muy reciente que debe tener perplejos a ambos seres de la mitología, dando saltitos abrazados, saturados de alcohol muchos, con una excitación que se ha venido alimentando en las ultimas semanas, ya para el miércoles, poco quedará de todo y comenzara la vigilia para el Mundial, o para la Eurocopa o la Copa del Rey o la Supercopa, que esto es el cuento de nunca acabar.
También yo veré el partido, que remedio, no quiero aparentar ser extraño.
Reconozco que hay jugadas bonitas y es emocionante a veces, aunque luego mis labios estarán sellados y no escuchare ni una palabra de unos ni de otros.
Ojalá gane el Atlético!!! el “Cholo” me cae bien y habla poco.


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