Nos vamos quedando solos, a medida que en este Maratón de la vida, van retirándose los corredores, por cansancio, por hastío, por enfermedad casi siempre.
Con las piernas que no sentimos ya, seguimos corriendo y nos parece normal que los ancianos queden atrás y se retiren, agotados y sin futuro en la competición.
Lo raro es ver a que quien nos aventaja, mas joven, de gran zancada y fuerza ilimitada, quedar en la orilla, retirado ya de la prueba, inmóvil para siempre.
Me vienen las imágenes de nuestras vidas juntos, en muchas horas, en muchas circunstancias.
Su primer hijo iba a nacer en Madrid, arrancamos las motos y ya tarde pasamos Málaga, en la provincia de Jaén paramos a tomar una tapa, el era de reacciones inesperadas, lloviendo y ya noche cerrada, atraviesa La Mancha a tope, en su Yamaha Teneré azul de la que recuerdo hasta el sonido del tubarro.
Pienso tras su estela de agua que empapa mi faro, que me la voy a pegar, además yo no voy a tener un hijo, pero retuerzo el puño, no quiero dejarlo solo, quizá no quiero yo quedarme solo.
Al llegar a la M-30 sortea los coches de luces rojas, que se reflejan en el suelo mojado, me la voy a pegar pienso otra vez, siempre fue mas rápido que yo sobre una moto, al final, a la altura del pirulí, me rindo y veo su luz que sin tocar el freno, desaparece en el tumulto de la ciudad anónima.
Muchos recuerdos de tantas vivencias, no se a que viene pero de nuevo montando motos, esta vez el en un Harley grande, con carenado y frenos de disco, camino de El Colmenar, chuletón de buey y chantarelas, que el es glotón. El jardincillo de la Venta Aranda al sol del invierno y mas vino del conveniente para tan inestable transporte.
Bajando de Gaucín se acelera, que el era así, temperamental y de imprevistos, las estriberas rozan el suelo en las curvas y pienso como tantas veces, me la pego.... mientras la Harley se bambolea negra y grande, al dictado de su cuerpo delgado, a modo de una pareja de ballet moderno por la sierras de Cádiz.
Su saludo inconfundible de mano derecha enlazada mientras te rodea su brazo izquierdo hasta rozar las mejillas, bajo su sonrisa cordial de hombre bueno.
Han sido muchos años de amistad, sazonada por la sangre común que nos derramaron en las venas mi abuela y su abuelo, hermanos de fotos antiguas sin color que ambos poseemos.
Una compañía que ahora, al quedarse el en la cuneta, cansado y su moto silenciosa, me deja sin rueda a quien seguir, sin abrazos de sonrisa, sin amigo a quien llamar, sin primo a quien reconocer, que solos nos quedamos los vivos.
Ahora, como cuando en la otra crisis se perdieron Cuba y Filipinas, la Nación esta conmocionada, parece que el músculo falla y la melancolía invade las almas, pesimismo y desanimo en los rostros, esto no es bueno para una tribu.
Vemos a los americanos, los alemanes, incluso los chinos, todos parecen superiores y con mas y mejores aptitudes.
El estado de animo lánguido no es bueno, pero el otro día, con gran contento descubrí algo para lo que somos únicos, arrolladores, superiores e imbatibles, un español montado en una moto es lo mejor, ni japoneses ni british ni nada de nada.
En economía se habla de "ventajas comparativas", es evidente que en el negocio de la paellita y la caña en el chiringuito no tenemos competidores, quien se va a tomar una sangría con calamares fritos en una playa del Báltico, ni tan siquiera de Bretaña.
Bueno pues este descubrimiento viene de ver a Marc Coma ganar el Dakar, aunque ahora se corre en Chile por el miedo a la morisma.
En el mundial arrasa por segundo año Marc Márquez seguido de Jorje Lorenzo y Dani Pedrosa, son los amos.
En las cilindradas mas pequeñas, Alex el hermano de Marc también gana, se ve que lo maman en casa, junto con otros cachorros pasan a todos los europeos, australianos y japos.
Toni Bou al que nadie conoce, lleva desde el 2007 ganado el mundial de trial, que es esa forma de montar en moto entre obstáculos imposibles y absurdos.
Que tenemos en la sangre que nos hace únicos sobre una moto?
Estuvimos durante siglos a caballo, guerreando con los muslimes, luego en la paz alanceábamos toros y ahora los rejoneamos, de forma airosa.
Se ve que tenemos genes de montar, tanto a caballo como en moto.
Entonces nuestro futuro que complementa a la industria del turista. debe estar relacionado con las motos.
Se pueden fabricar aquí, que una moto española estará rodeada de un aura de victoria e intrepidez, no vale fabricar escooters japonesas, hay que volver a la Bultaco y la Montesa o la Derbi, en vez de Yamaha Ninja vendería mejor una Bultaco Tralla, nadie sabrá lo que es tralla como nadie sabe que significa ninja, pero viniendo de la península de los centauros, se vendería como pan caliente.
Que tal unas unidades tipo regimiento motorizado? se instalan en el carenado un par de ametralladoras y allá que vamos a oriente a luchar contra el califato, cruzando las arenas de Arabia a modo de los legendarios tercios del Gran Capitán.
Otra iniciativa con futuro será la mototaxi, cruzando raudos la ciudad a lomos de un piloto cualquiera, que somos únicos en este menester, con un gorrito de látex que evite la impudicia del casco del ultimo cliente casposo, que eso da asco a veces.
Así las cosas, recuperemos la confianza y la esperanza en el futuro, tenemos muchos valores y capacidades, este aquí relatado a modo de chanza es solo uno de ellos.
Adelante pues, Santiago y cierra España como decían nuestros abuelos a lomos de sus corceles, buen grito para entrar en la meta victoriosos y sonrientes.
He leído estos días con desagrado que en Rivas Vaciamadrid se hacen contratos millonarios para que los vecinos vayan al ayuntamiento a cantar o a otros menesteres lúdicos.
La hermana del agraciado con la lluvia de dinero, practicó la batería, incluso con platillos y bombo supongo, dada la cifra que cobra el pariente.
Ya había oído yo hablar del “observatorio para la violencia de genero”, la que disfruta del sueldo, rubia de botellón, recomienda suprimir el piropo después de meses de arduo trabajo en el negociado.
Tras de años de gastar fortunas, los maridos celosos, los hombres rechazados, se vengan en sus pobres antes enamoradas, en muchos casos se quitan la vida después de calmada su furia, desgraciados seres.
Los homosexuales burlados o abandonados, hacen uso de la navaja para desahogar su frustración.
Algunas mujeres también descargan la ira sobre sus cónyuges y los envenenan o los atropellan, hay toda clase de variantes, el desamor y el odio llega desgraciadamente, incluso a los hijos habidos de estas relaciones, tal es la ofuscación y la brutalidad del ser humano poseído por la sinrazón.
Se ve que este asunto de las pasiones y el amor, seguirá produciendo víctimas y dolor, mientras miles de funcionarios hacen de tratar de evitarlo, su oficio, con poco éxito por cierto y buen sueldo ademas de trienios.
Parecería que los españoles estamos tocados de la cólera, invadidos de los celos, el caso es que lo mismo hacen los sudamericanos, los moros y los rumanos, ignoro que acostumbran los chinos en estos casos.....ya se sabe que lo ocultan todo.
Pues bien, desde principio de año, apenas en unos días, han muerto abrasados muchos ancianos y niños, en fuegos provocados por braseros calentadores y estufas, que no hay jornada que no arda un piso, por descuido de esos artefactos que se convierten en mortíferos al alcanzar ropa o tapicerías o plástico....
Pronto la administración va a crear miríadas de puestos en ayuntamientos y autonomías, incluso una dirección general de aparatos calefactores.
El monstruo burocrático inventará el defensor del friolero y el observatorio del brasero de picón, tendrá rango de subsecretaría.
El resultado será el mismo que con los crímenes pasionales, que así se llamaban antes.
Mientras con cada nuevo episodio de accidentes, enfermedades contagiosas, yihadistas, vuelcos de autobús, desahucios, tráficos ilícitos.....se van creando organismos llenos de empleados que cada año, como la caída de la hoja en otoño, tienen su cifra en el presupuesto, que de tanto engordar dobla las espaldas de los compatriotas, inflando también la deuda, ese monstruo que acabará con todos los que escapen a las diferentes violencias de genero, los fuegos y las enfermedades.
Pronto los inspectores de estufas recorrerán las viviendas, inspeccionarán los braseros y chimeneas, mientras durante el verano escribirán decretos y leyes, que al ser de competencia autonómica, serán diversos y ocurrentes, con lo que todos los ancianos quedaran fuera de la ley, aunque sus casas seguirán ardiendo por descuido o mala combustión.
Mientras la calderilla se irá por el agujero en forma de cursos de tortilla de patata, o de yoga, de control mental y de cría de conejos.
No se como duró tanto el imperio persa o la pax romana, la España imperial y la Inglaterra victoriana.
La administración, invento moderno que olvidó San Juan incluir entre los cuatro jinetes del Apocalipsis, acabará con la civilización moderna y quien sabe si con la vida en la tierra.
Una noche de julio, calurosa como suelen ser las de Madrid en ese tiempo, me encamino en un taxi a un acuartelamiento de ingenieros ferroviarios, en Campamento, junto a la carretera de Extremadura.
Después de varias prórrogas por estudios, me ha llegado el momento de “cumplir” como se de decía en lenguaje castrense, obligación ineludible excepto para objetores de conciencia o testigos de Jehová, muy escasos por entonces.
Además se libraban los muy bajitos y los pies planos, como mi recordado amigo Rafa Coullaut, que yo se los vi y eran muy extraños.
Al entrar al cuartel, pese a la oscuridad, distingo unas decenas de individuos, agrupados unos, solitarios los mas, son los reclutas de la quinta del setenta.
Emiten murmullos y alguna risotada, todos llevan bultos con sus pertenencias, algunos una maleta que provoca la burla de los mas achulados, que se creen ya veteranos de los tercios de Flandes
Parece que estaba mal visto comparecer con maleta en lugar del petate, especie de bolsa color verde con asas, equipaje mas propio del ramo de guerra.
Quiero aclarar, que el recluta, en una organización jerárquica como es el ejército, pertenece al grado mas ínfimo, con lo que soporta los gritos y las chanzas de todos los grados superiores, añadase la crueldad e inocentadas de sus comilitones.
Los quintos, también así denominados, apenas unos niños que con barba incipiente van a servir a la Patria, con temor algunos, con ilusión por salir de las faldas maternas muchos.
Larga espera en solitario, que en el oficio de soldado, se esta a la orden y no hay voz ni voto, mientras todo esto transcurre, clarea sobre la cornisa del Manzanares, recortándose el palacio y la cúpula de San Francisco.
Con el alba distingo a Fernando, compañero de estudios y extremeño de nacimiento, región a la que nos encaminamos en un tren militar, que nos aguarda en el anden del lado opuesto del vetusto edificio, de arquitectura vulgar y austera.
Con la charla el tiempo corre mas deprisa, ya clarea mas por el este y unos gritos de un sargento, los primeros de los muchos que vendrán, nos ordenan, por nombres y procedencias, en filas largas en las que ahora impera el silencio, los que antes galleaban permanecen temerosos ante las voces del suboficial y varios cabos, que nos manejan como a un rebaño de incautos e indefensos corderos.
Tras el embarque, ya en el convoy, me reencuentro con Fernando. Acomodamos nuestra impedimenta, nos sentamos en los bancos de madera del desvencijado vagón, en la milicia no hay clases, todas las plazas son incomodas y esenciales.
Otra larga espera, el tren inmóvil, bajo un tímido sol que dora la luz de la mañana, Fernando, con su deje castuo, me habla de Cáceres y del campo desierto y agreste, de sus notas de los exámenes y de su familia, enraizada en Olivenza.
Un chasquido tras un largo silbato de la locomotora, nos saca de la inmovilidad, despacio, vemos pasar las ventanas del regimiento y a paso lento comenzamos a desfilar frente a otros cuarteles.
El espectáculo es alegre y lleno de color, el sol ya inmisericorde se prepara para otro día de canícula.
Soldados con crema de afeitar en la cara que se asoman y gritan reclutas!!! no os queda mili .....!!! cortes de manga y gestos obscenos.
Otros tiran chuscos ya duros contra el convoy....... desgraciados!!!!, todo ello entre burlas y risas, algún panecillo entra por la ventana, sin tener que lamentar víctimas.
Un discurrir interminable frente a los que hace solo unos meses, eran como nosotros, que ahora ya veteranos, con el uniforme arrugado y la visera capada, se sienten superiores, la veteranía es un grado.
La maquina acelera, poco a poco, mas cuarteles y mas chanzas y burlas, pareciera que todo el ejercito de tierra se hubiera concitado para mostrarnos lo que nos espera, ser el ultimo eslabón de la cadena de mando.
Por fin el campo y el silencio, los eriales pobres que rodean la capital, apenas unas retamas y los surcos calcinados en espera de las lluvias de otoño.
Nuestro tren se para en los apeaderos, para dar paso a los mercancías que tienen preferencia, somos los últimos de entre los mortales.
Ya pasado el medio día las primeras encinas y alcornoques, las dehesas que desconocía antes de mi viaje en un tren militar, tarareo mientras "Adelita" por puro romanticismo.
Fernando relata con elocuencia los secretos de la montanera y la corchá.
Antes de llegar a la legendaria Norba romana, tengo a Extremadura en el corazón, mientras los reclutas adormecidos por el calor, sueñan con llegar a subteniente, o al menos a servir sin sobresaltos y volver al pueblo hechos unos hombres, hechos y derechos.
Nunca nos pondríamos de acuerdo, mito o realidad, historia o leyenda, el caso es que toda mi vida han existido, con los sucesos derivados de su presencia cada noche del cinco de enero.
En los nacimientos antiguos, cabalgando sobre camellos y un caballo, que era costumbre a principio de año, irlos empujando un poco cada tarde, por el camino de serrín que cruza el río de papel de plata, hacia el portal sobre el que cuelga una estrella de purpurina.
La noche de reyes de nervios y ansiedad y la mañana del seis de gran excitación de ver regalos deslumbrantes, que no éramos niños consumistas y un tren de cuerda, de hoja de lata nos parecía el máximo de la felicidad.
Eran los “magos de oriente”, por la situación de la ciudad de Belén, podrían venir de Irak o de Siria, el caso es que hay uno negro, negrito se decía antes, lo que cuadraba con el carácter mágico del trío.
Esto del rey negro no es muy racional, que por allí no los había, aunque vaya usted a saber, que tampoco los había en Madrid y ahora hay muchos.
En aquellas tierras no se conocían las prédicas de Mahoma entonces, por lo que no hay que pensar que eran moros, que eso fue mucho después, para desgracia de los de oriente.
Tras seguir la estrella encontraron al recién nacido y lo adoraron, entregándole oro incienso y mirra, el oro lo conocía ya de muy niño por los pendientes de mi madre, el incienso también por las misas, el caso es que la mirra nunca supe lo que era, lo peor es que todavía no lo se, prueba de mi incultura.
En la fría noche del cinco, los veía por la Puerta de Alcalá, con unos camellos y unos pajes, salían de las escuelas Aguirre e iban imponentes sobre unos corceles que los pajes llevaban de las riendas, detrás unos camellos con unas cajas grandes, llenas de regalos, eso era todo.
Nunca supe que en realidad eran concejales disfrazados, uno de ellos con betún en la cara, se veía muy real y saludaban con ceremonia y una leve sonrisa.
Ahora con tanta carroza iluminada y tanto anuncio me parece mas una charlotada o el anuncio de un circo, hay muchos personajes contratados, incluso payasos, los niños están confusos pues no saben si son empleados de El Corte Ingles o de Telecinco, se ha perdido el misterio y la sencillez.
Yo recuerdo solo a los de Madrid, no se si eran los únicos, además al no haber televisión, se evitaba esta confusión de reyes en todas las autonomías y ciudades y pueblos, que ahora son miles los Reyes Magos, incluso uno se cayó ayer de la carroza y se ha matado, esto es deplorable y los niños que lo hayan presenciado, padecerán un trauma hasta bien entrada la madurez.
Una prueba mas de que existieron, son sus nombres que perduran por los siglos, Melchor Gaspar y Baltasar.
Todavía hoy hay gente que se llama de esta manera, se me ocurren Melchor Miralles, Gaspar Llamazares y Baltasar Garzón, no iban a llamarse como algo que nunca existió.
Los óleos de los mejores pintores los han representado, a mi me gusta la adoración de Velázquez, con ese niño tan tieso y Baltasar tan oscuro y con gola, como un hidalgo de Castilla.
Hay quien dice que eran astrónomos, al ver la estrella la siguieron por el desierto hasta llegar a Belén, así que no era una estrella fugaz, que no hay quien las siga, pienso que por las fechas.....pudo ser el cometa Halley, que yo lo vi hace unos años y era igual que la de purpurina del nacimiento de mi casa, en la niñez, cruzaba el cielo noche tras noche, como a velocidad de camello, esto si es verosímil.
Recuerdo cuando dejé de creer, una noche de reyes que me tocó guardia en el cuartel de Cáceres , solo en un pequeño cuarto con un camastro, ni cabalgata ni regalos ni....esto pasa, que perdemos la fe incluso en lo que si existe.
Los escépticos dirán que todo es un cuento chino, pues son ya lejanas las noches de ansiedad en los eneros de su niñez, luego les pasa como a mi, que se hacen mayores y se niegan a creer, aunque queda aquí demostrada su realidad que cabalga anualmente en los sueños de los mas pequeños, también en el recuerdo de muchos mayores