septiembre 12, 2012

Playa de Bolonia.


La ensenada de "Baelo Claudia" permanece igual que hace miles de años, flanqueada por dos sierras y su blanquísima playa interminable que se convierte en duna hacia poniente, el mar limpio y antiguo, la vegetación rala que crece en la arena frente a las olas, mas lejos los pinos verdes y redondos.
Parece que fue centro de pesquería cuando los romanos, todavía hay restos reconstruidos de templos, casas e incluso un teatro.

En su estado original, subsiste un extraña construcción con pozos en la roca donde hacían sus salazones y esa cosa que llamaban “garum” anticipo del atún en aceite de nuestras latas modernas que se anuncian en la tele.
Es fácil imaginar la escena de las naos fondeadas junto a la duna, donde el mar no bate, cargando el mejunje en ánforas y toneles camino de cualquier puerto del imperio.
Ahora en septiembre, quedan bastantes bañistas, aunque en la inmensidad de la linea de costa se desvanecen no alterando demasiado el ambiente.
Algunos cargados de bolsas de comida, sombrillas, sillas y demás impedimenta, forman campamentos de regular tamaño.
Otros mas esenciales solo con toalla, muchos con perros, haciendo desprecio de la ley que lo prohibe, demasiadas leyes pensarán los infractores.
Pocos niños, propio de nuestra pirámide de población, todos con “manguitos” y solitarios, hijos únicos probablemente, ignoro si hay una ley autonómica sobre el uso obligatorio de manguitos.
Algunos europeos, mayores, creo que alemanes por lo serios y silenciosos, por ultimo, vacas retintas que pasean indiferentes entre la fauna veraniega que pronto desaparecerá con los primeros frescores de octubre.
Un museo feo y fuera de escala altera el paisaje, creo que fue en la primera modernización de Andalucía cuando algún consejero lo encargó, seguro que a un pariente, con titulo pero sin sensibilidad.
El resto un amago de pueblo, algunos chiringuitos con cubierta de brezo, se integran en lo alto de un escalón que forma la arena al convertirse en tierra firme.
En los chiringuitos se come regular y suena música de Bob Marley, el volumen alto y....... entre canción y canción se escuchan las olas y el viento, brisa suave en este día.
Es un paraje singular y delicado que se estropea con el personal, habrá que volver ya entrado el otoño para imaginar de nuevo las trirremes de vela latina y los ciudadanos con túnicas blanquísimas, la almadraba siempre llena de peces y las mismas sierras guardando la misma ensenada.

agosto 12, 2012

Los niños ya no cantan.

Recordando la obra de Jesús Guridi “ASI CANTAN LOS NIÑOS”, caigo en la cuenta de que los niños ya no cantan, al menos por estos pagos.
Eran canciones que acompañaban a los juegos, de forma rítmica al saltar a la comba o en aquel otro sobre un dibujo de tiza en el suelo, también con las tabas o las canicas.
Niños de pantalón corto y niñas con coletas cuyas vidas eran simples y sin juguetes, solo la tradición de sus mayores.

Al corro de la pata
comeremos ensalada
como comen los señores 
naranjitas y limones.

Canciones para cantar entrelazados entre risas.

A tapar la calle
que no pase nadie
que pase mi abuelo
comiendo buñuelos

La broma ingenua camino del caserío de Lasao, cruzando la ría en la chalana.

Al pasar la barca
me dijo el barquero
las niñas bonitas
no pagan dinero.

Desafiantes niños ante las nubes negras de la tormenta......

Que llueva que llueva
la Virgen de la Cueva
los pajarillos cantan
las nubes se levantan.....que si, que no.....

Tantas canciones ya olvidadas y desconocidas, que ya nadie repite en las calles de generación en generación, con su tonillo simple en las voces alegres de la chiquillería, ahora en un mundo bronco y conflictivo.

Soy el farolero 
de la Puerta del Sol
cojo mi escalera
y enciendo el farol.

Las mas nostálgicas sobre los sucesos y las batallas pasadas.

En la Calle del Turco
Le mataron a Prim
Sentadito en su coche......

Mambrú se fue a la guerra
mire usted, mire usted, que pena
Mambrú se fue a la guerra
no se cuando vendrá

Los infantes de ahora, casi todos hijos únicos, permanecen silenciosos ante sus pantallitas con los juegos electrónicos de apretar botones, olvidadas ya para siempre las letras y música de tantas canciones que acompañaron mi niñez, la de mis padres y la de mis abuelos y bisabuelos, mientras jugaban por las calles de España.

julio 29, 2012

Mediterraneo incierto.


Este verano viene resultando algo nostálgico,  es solo un paréntesis entre las malas noticias de la primavera y las que serán peores del otoño.
Hay ya demasiados seres por aquí de mal humor, otros francamente exasperados y algunos millones ya, sin esperanza, abúlicos y mirando las nubes, al maná de los cielos que tampoco cae desde los hebreos.
Mientras, al igual que el año pasado la sombra de Cain deambula por el Mediterráneo, esta vez en Siria.
Hace no mucho planeaba yo con unos amigos la suerte de viajar allá por unos días, ver Palmira y esos templos clásicos semiderruidos, con sus ordenes corintios o jónicos de piedras doradas sobre el azul del entonces “mare nostrum” del Imperio.
Siria es junto a Líbano y Palestina el origen de nuestra cultura, ademas de nuestras creencias, así lo siento yo, la gente es como la de por aquí, su mirada su sonrisa y su complexión, sangres mezcladas en un ir y venir en los barcos de velas blancas. 
Cambiando cosas e ideas, bebiendo el mismo vino y cocinando con el mismo aceite, iguales filósofos y matemáticos, cuando todos hablaban latín ademas de su lengua madre, por los puertos amables y abrigados.
En Al-Andalus los llamaban los “siriacos” cuando el califato de Cordoba, ahora son los sirios y se matan de forma inmisericorde desde hace meses.
Nombres bíblicos como Alepo o Damasco por donde cayera San Pablo del caballo, son ahora titulares de prensa junto al numero de seres que pasan a mejor vida, entre ellos niños y mujeres que las guerras civiles son de mucha saña.
Son ya miles de años en los que en riguroso turno, nos matamos entorno a este charco azul y salado, las cruzadas, los piratas, Aníbal y Escipión, los turcos, Napoleon y luego Rommel, que también a los alemanes les gusta mas la guerra al sol................. Como cantaba Serrat, “de Algeciras a Estambul el llanto eterno y amargo”.
Parece que no hay remedio y la “ruleta de la parca” seguirá dando sus vueltas mientras la bolita se para, antes en Libia o en Egipto, ahora en Siria, mañana en otro de estos pueblos antiguos que todavía no aprendieron a vivir en paz, junto este paraíso de luz de sabores cálidos y olor de azahar.

julio 20, 2012

Peluquería de caballeros.


Así se titulaban, cuando en mi tierna infancia las visitaba de la mano de mi madre, cada tres meses para el trasquilado de rigor.
Nunca supe el significado de las rayas rojas azules y blancas de las jambas, pero junto a las farmacias con su cruz roja, las hacían inconfundibles.
Durante la faena, el flequillo era objeto de especial atención, largo y recto sobe los ojos, a modo de boina calada, según los gustos de la época, que nadie nos preguntaba a nosotros, simples pacientes de la operación.
Eran pequeños negocios con algunos sillones como de dentista con brazos de porcelana sobre un gran pie giratorio, también blanco y espejos grandes, sobre las mesas corridas, toda la parafernalia de útiles propios del oficio, brochas, palanganillas, peines y tijeras, maquinillas y navajas.
Los peluqueros de bata corta y blanca, te encaramaban a la silla a la que habían añadido una banquetilla para que el niño quedara a la altura correcta para el corte.
El ruido metálico de las tijeras entre tajo y tajo, con esa suerte de tijeretazos al vacío.....jin jin jin.... mientras los pelos caen por el cuello hasta la espalda produciendo picor, a pesar del mandilón inmaculado hasta las rodillas.
Al lo ultimo la maquinilla de acero helado para la nuca, mas tarde la navaja con su filo que afeita las patillas a modo de estocada final.
En algunas ocasiones el peinado de raya, con aquel fijador universal con aspecto de mucosidad verdosa que dejaba el cabello como un moderno casco de motorista, tal era su dureza. 
Recuerdo las preguntas de siempre, “chaval de mayor que vas a ser, futbolista o torero”, con la misma contestación  pretenciosa......."arquitecto", con gran disgusto del peluquero que debía considerarlo una desviación nefanda, a modo de perversión infantil.
Eso era todo, en el gremio del cuidado y corte del cabello, continuación de las legendarias barberías mas primitivas, donde también se sacaban muelas y se arreglaban granos, ademas de las temerosas sangrías.
Con los años proliferaron de forma acelerada, muchas de ellas para señora, con aquellos secadores ahuevados, las de hombre con extrañas lociones y tintes para canosos y crecepelos para calvos.
Debió ser por los ochenta, con la la modernidad, las que se denominaban “peluquería unisex” a las que asistían los ciudadanos y ciudadanas, como ahora se dice.
Era desagradable la mezcla y alguna vez mientras caían las guedejas, se miraba de reojo como hacían la cera a una prójima, o como cardaban a otra, por lo que decidí no pisarlas mas.
Con los años ya no preguntaban por el futuro oficio, lo hacían sobre, desea lavar? o también, algún color nuevo o unos reflejos? a lo que la contestación era seca y rápida, córtelo normal y corto, en un deseo de no volver en meses a tan desagradable trance.
Ya desaparecieron todos los establecimientos tradicionales, la mayoría de los del oficio son hoy en día “feminoides” y creen que su labor es de gran trascendencia para el bienestar social.
Viendo ahora los cortes de pelo de algunos futbolistas y macarras en general, comprendo el tiempo y dedicación que requiere el peinado, aparte de los variados tratamientos y pinturillas con que se decora la testa la gente joven.
La opción es no visitar nunca jamas tan mistificados locales, de donde parece difícil salir con apariencia de hombre normal, convirtiéndose uno en “autopeluquero”, que a todo se enseña el hombre con el tiempo y la practica.