abril 22, 2014

ABC.

No se desde que edad adquirí la costumbre de hojearlo, mas tarde de leerlo, que los artículos de la tercera eran variados y de muy buen nivel.

Recuerdo a divulgadores como Grande Covián, también a Roff Carballo, nadie los lee ahora, que todo pasa y hasta las mentes mas despejadas se nublan y desaparecen.
Era un periódico lleno de fotos con las noticias, fotos sepias, grandes y pequeñas, en una de ellas un día aparecía yo.
Ocurrió que de madrugada, algún juerguista de vuelta a casa, se llevo por delante con su coche un puesto de madera en la esquina de Hermosilla, menos mal que la vieja no dormía dentro. 
Junto con un grupo de curiosos, estaba yo con cara de sueño y abrigo abrochado, frente a las astillas de lo que fue venta de cromos, chicles y caramelos, antes de convertirse aquello en la milla de oro.
Con sus grapas, se dejaba leer de forma cómoda y cada uno que lo cogía lo encontraba ordenado y con las hojas parejas, no como el YA o el PUEBLO, que estaban siempre deslavazados y sin orden.
La mitad de las paginas, ya en blanco y negro, eran de letrillas casi ilegibles, con medianos titulares en negrita, ahí se hablaba de algunas guerras, o de cosas de política, o de los ministros del movimiento, a mi la verdad es que no se me importaba nada todo aquello.
Mas adelante los anuncios, cines, teatros......cuantas veces buscando el programa doble del Cine Colon o del Principe Alfonso.....sesión continua.
Mas paginas y mas anuncios por palabras, con sus cuadradillos enmarcados, trabajos, alquileres, que se yo.
Este periódico de la Calle Serrano, era presenciado por mi de forma cotidiana, antes de que la ciudad expulsara tantas cosas a los suburbios.

Cuantas veces viera al atardecer, el camión Pegaso con grandes rollos de papel blanco, entrar en el portón del edificio, ahora vulgar centro comercial.
Mas de un amanecer, después de estudiar, tomar un cafe con churros en algún bar cercano, el bedel de la puerta me da un ejemplar de balde, que saboreo ya en casa antes de dormir, con el sol ya alto.
El periódico no ha cambiado mucho, tampoco los lectores, aunque ahora hay anuncios de señoritas creo, cosa impensable en aquellos tiempos de mi memoria.
El "crucigrama por Cova", en las ultimas paginas, pequeño 


1. Al revés, cierta prenda de vestir, en plural. 2. Al revés, personas que venden frutos secos y golosinas en la calle. 3. Hechos irreflexivos y poco meditados……..
Nunca supe quien era el señor Cova, que tanto tiempo me hizo perder pues no daba nunca con las palabras cruzadas.

Las esquelas con su recuadro negro…..la lista interminable de parientes, al final “Ruegan una oracion por su alma”, que siempre fue diario de derechas y católico, menos en la república en que lo expropiaron y era de izquierdas y laico, así es la vida.

Pasados tantos años, ya no lo compro que lo leo en pantalla, aunque cuando ojeo uno de papel, me trae a la memoria aquel pasar de paginas para ver las estampas y el chiste de Mingote, a veces incomprensible para un niño.
Hay pocas cosas que no hayan cambiado en este tiempo, parece que el ABC es una de ellas, aunque  como ya casi nadie lo compra, no durará demasiado.  



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