En el principio era la primera y la primera era dios.
Recuerdo a muchos de mis primos y algunos tíos, viniendo a ver la tele a casa de mis padres, para ver una película antigua, blanco y negro, que así era el mundo hasta hace poco.
Una tele de siete a doce, con Marianín y Teresita, unas noticias leídas por Jesús Alvarez y Laurita Valenzuela, alguna magnifica obra de teatro clásico.....
Empezó el jaleo con la segunda cadena, la llamaban el UHF, cosas de la vida.
En familia de muchos hermanos, el padre ordena a alguno de los pequeños que cambie el canal....dos opciones, primera o segunda.
Viví en el inicio de los ochenta, varios años sin televisión en mi casa, se andaba en la calle, es vida mas real y mas variada, no obstante acabe comprando una, creo que de 21”, en color y con mando a distancia.
Es aparato con forma de manubrio, con botoncillos de goma, que permite ajustar el volumen, cambiar de canal, cinco entonces.....apagar y encender, todo sin mover el culo, causa de la obesidad actual de la población, que con una pulsación mínima alterna durante horas, cualquiera de los programas de charlistas políticos, varias películas, Master Chef, Mira quien Baila, Españoles por el mundo, las autonómicas, las del fallecido Polanco, una atrocidad.
Hace algunos años, veo yo desde aquí un satélite de pago denominado Sky, con otro pequeño mando, veo veinte canales de noticias, quince de deportes, dieciséis de documentales y otros cien de estupideces.
Con el mando se saltea la publicidad, que no estamos para compras, en cuanto aparece Linea Directa Aseguradora, el pulgar ejecuta un movimiento convulso hacia la trece....que es de los obispos, ante una imagen del Seat Ibiza, nueva convulsión hacia la cuatro, un rojo hablando, los tendones se tensan para refugiarse en la dos, aquí no hay anuncios, aunque ya estamos aburridos de los leones del Serengeti.
Creo que viene una nueva forma de ver la televisión, he descubierto una cosa llamada BBC player, esta en el Appstore, se explora un tema, de historia, de arte, de actualidad, se da al play y en una hora, se apaga el aparato, iniciándose el ultimo pitillo paseando bajo las estrellas, la lectura sosegada o la meditación profunda, cosa bastante peligrosa esta ultima.
El tiempo de las TV comerciales esta contado, dan poco y bastante vulgar, la actualidad la conocemos a diario y muchos ya la eluden.
El mando a distancia, languidecerá olvidado en la mesita, junto a la pluma estilográfica y la cámara de fotos, como decían los latinos, “Tempus fugit” (el tiempo pasa volando).
RIP.
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