febrero 06, 2011

La cueva de Menga.


Este lugar pertenece a mi memoria desde niño cuando espiaba los libros de historia de España, obra dirigida por D. Ramón Menéndez Pelayo, tomo primero, la prehistoria.
 Lleno de piedras de silex, dólmenes y pinturas esquemáticas en los abrigos de las sierras Ibéricas.
 Recuerdo la foto blanquinegra del monumento megalítico, la cueva de Menga, con un campesino posando, para sin duda darle escala a la imagen, Visitándola ayer me emocione y pensé en los seres que hace casi seis mil años la construyeron y la emplearon para sus rituales y sortilegios.
Mirando la vega de Antequera trataba de imaginarme hasta donde se extendieron sus cacerías, hasta donde sus cultivos, cuantos pequeños núcleos de población estarían vinculados a esta colosal y misteriosa construcción.
Conocieron el Mar Mediterráneo, solo a unas decenas de kilómetros? Conocieron el Torcal, montaña arriba?.
Ellos nunca supieron que eran andaluces, ni tan siquiera que eran españoles. Nunca imaginaron como o que era el mundo, muchas vegas de Antequera seguidas?.
 Y el cielo, las estrellas y el sol, cuantos misterios que les conducirían a lo mas profundo del dolmen a meditar y discutir sobre sus sueños, sus conjeturas.
Creo que nunca se utilizo el monumento como enterramiento, no hay referencia de restos humanos, la construcción mas sugiere un a modo de templo o lugar para la espiritualidad, separados de la cruda naturaleza, el viento el frió la inmensidad de las noches oscuras.
Que vértigo pensar en el total desconocimiento de aquella gente, solo intuición y experiencia, sin conceptos abstractos en su lenguaje, sin idea de biología física o astronomía, sin una concepción del mundo como la que ahora tiene cualquier hombre de nuestro tiempo, el mundo fue para ellos la vega de Antequera, con la Penibética al sur, pero sin Antequera y sin sur.
Ahora, en  medio de este lío, su pequeña catedral es un esquife varado entre gasolineras, un polígono industrial, bloques de viviendas y una pizzería como no llamada “Cueva de Menga”.
También la Junta de Andalucía colabora a la fealdad con un paralizado edificio destinado a museo de la prehistoria, que al menos habrá producido alguna suculenta comisión para algún descendiente de los primitivos habitantes.
Así pues, tras tantos años de tenerla en mi imaginario ayer conocí y por unos momentos, compartí mi pensamiento con aquellos desconocidos y misteriosos constructores, los primeros de Europa, precursores de la “burbuja inmobiliaria”, se nos veía venir..…….

1 comentario:

  1. Este es el que mas me gusta, sobre todo el final!
    Los antepasados de Roca, Julian M y seguro que de la Pantoja tambien...

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