abril 28, 2011

El cuco.

Hoy he visto un cuco, los British dicen cucú que reproduce mejor el sonido, se llama creo onomatopeya en términos gramaticales.
Es un pájaro infrecuente y ladino, con un canto característico que los suizos aprovecharon para vender millones de relojes, con una casita de la que salía el pájaro a los cuartos y medias haciendo cucú, cucú, cucú y así hasta la saciedad.
Desde mi punto de vista es un pajarraco inmoral que busca un nido cualquiera, expulsa los huevos de la infeliz pareja propietaria y pone los suyos largándose después.
La pareja estafada anida con amor los huevos del cuco e incluso alimenta a las crías que evidentemente no son suyas.
Es como encontrar un bebe negro en la incubadora del “Ruber Internacional” y criar al bebe y pagar el colegio la universidad y el master al negrito, menos mal que nosotros somos racionales y nos mosquearíamos, descubriendo que el cuco había tirado por la ventana a nuestro indoeuropeo bebé, rechazando cualquier compromiso de crianza y paternidad.
Lo pavoroso de este discurso es que en España decir de alguien que es un cuco es elogioso, sinónimo de listo, espabilado o exitoso.
Admiramos la inmoralidad si va seguida del provecho, nuestros héroes son el Dioni, Juan Guerra o Jose Maria el Tempranillo.
Cualquier bandolero en esta tierra pasa a la historia, somos un pueblo rapaz donde lo que importa es el triunfo, por encima de la rectitud y los principios, sea banquero cirujano político o prelado de la iglesia, veanse los Borgias valencianos.
Desde hace tiempo oigo su canto seductor y pienso en el infanticidio del inmoral cuco, vuela sobre las vidas ajenas y las expolia, con el aplauso y la admiración de los pájaros ibéricos.....así nos va.

1 comentario:

  1. Por muy mala vida que tenga el cuco, y que sea un poco feo la verdad.....es muy bonito escucharlo!

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