abril 26, 2011

Semana Santa.

Estas vacaciones cortas son horribles, la vida se ha vuelto áspera y difícil, especialmente  para la clase media, los albañiles siempre tuvieron una vida dura y los acaudalados siguen disfrutando de sus fortunas, ahora reducidas a la mitad pero.....fortunas al cabo.
Viene a cuento pues cinco días de vacaciones son muy pocos días y la mentalidad del beneficio y el provecho, de la rentabilidad y el disfrute, se imponen incluso en este tiempo de descanso, pero he aquí que una baja presión en el Atlántico ha colmado de temporales y lluvias los bosques y playas de este pequeño lugar del sur, donde se supone que el sol luce permanentemente.
Semana Santa empapada, con lo que a  mi como aborigen, me han increpado en tono irascible al saludarme: 
Que tiempo!!!!!!!!!, como afrentándome, pues su ilusión de días dorados de sol, en pantalones cortos correteando por aquí, ha quedado truncada por tormentas inmisericordes y chaparrones épicos.
Que injusticia y que desvarío, el tiempo libre es intimo y placentero, es tiempo de paseo y lectura, de conversación y reflexión, si llueve se moja uno o abre el paraguas y se acabó, lo contrario desvela pobreza de espíritu y cortedad moral.
Me parece vulgar ni tan siquiera hablar de la meteorología, nunca sabremos si Hernán Cortes tubo niebla camino de Tenochtitlán, tampoco si Alejandro Magno se mojó fundando Alejandría.
Es absurdo que nuestro tiempo de paz y reposo se conturbe por una lluvia fresca o una atronadora tormenta, son simples compañías de nuestras horas, parte del paisaje que además, desde mi punto de vista, añaden belleza y olores al diario espectáculo de la naturaleza.
Así pues y como venganza, he formado el propósito de cuando vaya a Madrid y se ponga borrascoso, increpar a los viandantes de la calle de Alcalá diciéndoles.  “ Que tiempo!!!!!!”, lo cual será ridículo e incomprendido pero las afrentas se reparan en frío y esa será mi represalia ante tanta vulgaridad y falta de estilo.

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