Lo encontraron.

La verdad es que que la noticia fué una sorpresa pues ya nadie hablaba de el, aunque ahora pasados casi dos días me importa un rábano, un perturbado menos en el mundo.

Pasará a la historia por estrellar aviones de pasajeros contra edificios, que con la estructura metálica derretida se acaban cayendo, gran novedad en la forma de como descargar el odio al prójimo haciendo algo nunca visto por su brutalidad.

Su aspecto personal me pareció siempre repugnante, con un rostro libidinoso y una sonrisa cínica y poco franca.

No entendí nunca su manía de filmarse con metralletas, con su túnica inmaculada y su barbita larga de chivo.

Ha estado escondido muchos años, en esa pocilga de Pakistan, con tres de sus mujeres pues ha debido ser muy rijoso.

Entiendo que no le gustara lo occidental, pero sus métodos han sido siempre crueles, bombas y asesinatos a mansalva, habiendo formas de predicar y convencer mas humanas.

Nos ha hecho a todos tener muy mal concepto del Islamismo, identificandolo con odio y agresividad, para varias generaciones.

Cuando consiguió que Afganistán se gobernara a su manera, atizaban a las mujeres como a las cabras, las niñas ni aprender a leer y dinamitaron me acuerdo, una bonita escultura muy grande de Buda, el gran profeta de la paz, a ellos no les gustan las imágenes, quien quiere vivir en un sitio así Osama, pero de que ibas.

Su ascenso después de todo se basó en su fortuna personal heredada de su padre, ya podía haberla dedicado a la investigación o a la caridad.

Pobre desgraciado, muerto como un perro y recordado para siempre como un Charles Manson de la península Arábiga.

Por eso me importa poco y despues de  estas letras no pensaré en el ni para una pequeña oración por su alma emponzoñada, bueno puede que una muy pequeña.

Lo unico gracioso de la historia es el nombre de los billetes de quinientos euros, llevarán su nombre varios lustros y los niños no sabrán por que, ni quien fue Bin Laden.